viernes, octubre 27, 2006

Los demás somos contingentes, Mitrofan es necesario

Una cosa es que pierdas los puntos del carné por ir con un puntín y otra que se líen a balazos contigo por un simple vodka con miel, que tan bien viene para los traicioneros fríos de las mañanas otoñales y para regatear los resfriados de esta época. El Zagloso y yo hemos seguido con interés la aventura de Mitrofan, última víctima registrada del Antiguo Régimen en Europa, y hemos decidido premiar su esfuerzo y abnegación. O algo.
Para ello hemos instaurado los galardones Favila de Oro (si Felipín el nuestru tiene, nosotros también). Pueden leer el comunicado oficial del jurado aquí.
Entrego el premio yo mismo y lo recoge el Zagloso, para no armar más lío.

Espabila, Favila, que viene el oso.

Osito, republicano y tajadillas. Como para no quererlo.

2 comentarios:

Norma Zanón dijo...

Esta es una historia que, da tan surrealista, hasta me la creo. Además, explicaría la ausencia del Rey en la entrega de los premios de su retoño: se había ido de copas con Mitrofan, que en paz descanse.

neblina dijo...

Ole! el osito... vaya pedetes que se pillaba, Favila merecido...

De mi parte esta cerrada ovación

PLAS!PLAS!PLAS!PLAS!PLAS!PLAS!PLAS!
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