¿Te refieres a censura de expresión, previa a? ¿O censura en el sentido genérico de reprobación?
Lo que peor me haría sentir a mí... mmmhhhh... Sería, en el sentido de la reprobación, dejarme censurar. Es decir, agachar la cabeza con resignación para aguantar una crítica despiadada. En esos momentos dudo entre pegar o facilitar un látigo al que me está dando la del pulpo.
Me refería a la censura de expresión (sigue los enlaces y te quedará más claro ;)). Es genial tener un gato invisible de comentarista incombustible (amigos lectores, la gato está desatada: comprueben los archivos, porque varios debates se han reabierto).
Estoooo... ya he ido a los enlaces... Es que soy un poco alcornoque, hijo. Pues lo peor es censurar, sin duda. Ser la parte activa del proceso, la más malvada como dice el propio artículo.
Cuando eres censurado, se genera el efecto perverso (perverso para el censurador, claro) de que se multiplica la publicidad de la información "prohibida".
Y cuando te dejas censurar, decides si te vendes o no. Ya pondrás en la balanza las conveniencias morales y económicas.
Entonces te doy la bienvenida al maravilloso mundo de los blogs, dónde encontrarás lo mejor y lo peor. No diré en cuál de las dos opciones encuadraría a este blog. Yo siempre quise tener un gato para llamarle Chucho Manuel. Algún día os hablaré sobre ello. Besizos.
5 comentarios:
Hale hijo, la madre del cordero...
¿Te refieres a censura de expresión, previa a? ¿O censura en el sentido genérico de reprobación?
Lo que peor me haría sentir a mí... mmmhhhh... Sería, en el sentido de la reprobación, dejarme censurar. Es decir, agachar la cabeza con resignación para aguantar una crítica despiadada. En esos momentos dudo entre pegar o facilitar un látigo al que me está dando la del pulpo.
Me refería a la censura de expresión (sigue los enlaces y te quedará más claro ;)).
Es genial tener un gato invisible de comentarista incombustible (amigos lectores, la gato está desatada: comprueben los archivos, porque varios debates se han reabierto).
ajajajaj!!! La gato está de crisis laboral, sentimental, existencial y acaba de descubrir qué coño es un blog!
Un besico, hombre
Estoooo... ya he ido a los enlaces...
Es que soy un poco alcornoque, hijo.
Pues lo peor es censurar, sin duda. Ser la parte activa del proceso, la más malvada como dice el propio artículo.
Cuando eres censurado, se genera el efecto perverso (perverso para el censurador, claro) de que se multiplica la publicidad de la información "prohibida".
Y cuando te dejas censurar, decides si te vendes o no. Ya pondrás en la balanza las conveniencias morales y económicas.
Entonces te doy la bienvenida al maravilloso mundo de los blogs, dónde encontrarás lo mejor y lo peor. No diré en cuál de las dos opciones encuadraría a este blog.
Yo siempre quise tener un gato para llamarle Chucho Manuel. Algún día os hablaré sobre ello. Besizos.
Publicar un comentario