Contempló el enorme algoritmo. Le había costado cuarenta añossaber qué clase de incógnita era aquella oculta bajo el signo positivo. ¡Qué cruel e inútil incomprensión! ¡Qué tozudez la suya exiliándose a sí mismo de aquella ecuación amante! Dos lágrimas, perfumadas de ginebra, le resbalaron por las mejillas. Pero ya todo estaba arreglado, todo alcanzaba la pefección, la lucha había terminado. Se había vencido a sí mismo definitivamente. Amaba al Gran Algoritmo.
3 comentarios:
Contempló el enorme algoritmo. Le había costado cuarenta añossaber qué clase de incógnita era aquella oculta bajo el signo positivo. ¡Qué cruel e inútil incomprensión! ¡Qué tozudez la suya exiliándose a sí mismo de aquella ecuación amante! Dos lágrimas, perfumadas de ginebra, le resbalaron por las mejillas. Pero ya todo estaba arreglado, todo alcanzaba la pefección, la lucha había terminado. Se había vencido a sí mismo definitivamente. Amaba al Gran Algoritmo.
Zagloso, ¿se encuentra usted bien?
(SPOILER). Vaya. Justo cuando pensaba ponerme a escribir 2060, va usted y me arruina el final.
uudvbbd
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