martes, agosto 21, 2007

Anomaló

Las cosas no fueron exactamente así. Incapaz de dejar incólumes tales inexactitudes que tan vergonzosa imagen de mí mismo bosquejan (con lo a gusto que estoy yo sin tener imagen alguna) me propongo a contar los hechos como ocurrieron en la realidad. Hale.

Misia me llevó a Francia en un gesto de generosidad sin precedentes. Porque el trato era que a cambio del transporte, yo portearía, cocinaría, programaría el tontón, montaría la tienda de campaña, haría de intérprete con los aborígenes y cargaría con la guía de viajes, anda que ya le vale.
Llegada nuestra primera parada, me apresté con toda mi buena voluntad a traducir nuestra necesidad de comida a uno de los lugareños:

Anómalo: HO-LA.

El lugareño me miró raro.

Anómalo: HO-LA. CO-MER. CO-MI-DA. ÑAM-ÑAM.
Lugareño: (a Misia) ¿A este tío que le pasa?
Misia: Anómalo... ejem... que hemos parado en Burgos a almorzar.
Anómalo: (a Misia) Huy, perdón. (al Lugareño): PER-DÓN.
Misia: Y... esteeee... ¿dices que hablas francés?
Anómalo: Sísísísísí. Es que me he puesto nervioso, pero que sí, tranquila. Cruasán. Torreifél. ¿Ves? Tú tranquila.

Por fin atravesamos la frontera del país vecino. Luego ya fui capaz de programar bien el tontón y llegamos a Francia. No había fruta por el suelo, así que tuvimos que dirigirnos a un establecimiento. Una vez más, en mi dominio del lenguaje se hallaba la clave de nuestra subsistencia y no estaba dispuesto a fallarle a Misia. Además, tenía gusa.

Lugareño francés: Bunyú.
Anómalo: ¿Ein?
Lugareño francés: Pagdón.
Anómalo: Ah, vale. Estooo... sí. Yes. Jelou. Ehm... Hey, míster güeiter, ai guant tu it. Ai... er... ai guant tu it poteitos güiz... hum... güiz tomeitos and chis. Chu, plis.
Misia: ¡Anómalo! ¿Ese es el francés que tú hablas?
Anómalo: Ssss... no, bueno. Sé más cosas: "güen yu pauns" y más.
Misia: Anómalo, majo, ¿tú cómo has aprendido francés exactamente?
Anómalo: En el cine, claro.
Misia: ¿En el cine?
Anómalo: Sí, bueno, al principio no sabía, pero luego veía todas esas películas y entendía todo.
Misia: ¿Esas películas?
Anómalo: Ya sabes: Los aristogatos,
Un americano en París, Ratatuille, El último tango en París (jijiji), French Kiss, Amélie... bueno, no, Amélie no, que la vi doblada.
Misia: ...
Anómalo: No te preocupes, con lo que controlo el francés, no llamaría la atención ni en la mismísima Berlín.
Misia: Berlín está en Alemania.
Anómalo: ¿Ah, sí? Bueno, he visto Ser o no ser,
El buen alemán, Top secret...

Hum... ahora no tengo claro para qué escribía yo este post.

8 comentarios:

Lobo dijo...

Menos mal que ibas, que si no...

El fumador dijo...

Que alegría tener de vuelta a mi humorista favorito.
¿Lo pasaste bien por París? Qué guay que tú también hayas vuelto! (Oh! Qué genial chiste he hecho! Os ha sorprendido a tod=s el giro de los acontencimientos, verdad? Soy un mago del suspense!!).
Genial lo de la fruta por el suelo, en seiro... xDDDD

djswqm (Dj Sancho Wlquirio Que Mama, uno de esos nuevos músicos de 'reguetón')

Necio Hutopo dijo...

"Pero dónde aprendiste francés?"...

Es obvio, en el verificador de palabras: yhffcpc... Seguro que es alguna bebida

Anónimo dijo...

Ese disco de Emilio Aragón hizo mucho daño.

Doctor Alban dijo...

Ay que me expoyo vivo...

Leí la otra versión ayer, pero esta es más hilarante

Gaby dijo...

Misia mal agradecida, !mira que insinuar que no dominas el francés!... Pero si clarisimo se ve que eres todo un as del idioma.

Misia dijo...

Gaby, a estas alturas y después de haberlo comprobado en el terreno, yo ya no lo insinúo: ¡lo afirmo!
Pero es tan majete y lleva tan bien el equipaje que le volvería a llevar.

estrella dijo...

En temporada de fresas seguramente habríais tenido más suerte porque son más pequeñas y por tanto más cansinas de recoger.

Por cierto, genial el post :)
Saludos!!