viernes, noviembre 17, 2006

El hombre invisible

Hoy he decidido convertirme en servicio útil para toda la comunidad latinoamericana que me visita por designio del algoritmo de Google. Mi regalo de aniversario para uno de los lobbies de visitantes más potente que tiene este blog.
El otro día, comentaba con Ángela que yo sé cuándo en algún instituto de México mandan un trabajo sobre El hombre invisible, de H.G. Welles, cosa que sucede más a menudo de lo que cabía imaginar. San Google multiplica entonces el número de pobres crédulos que llegan aquí buscando "hombre invisible resumen". Por idea de Ang, para vosotros (SPOILERS):

La cosa va de un tipo que llega a una posada con más tapado que Dick Cheney en el Desfile del Día del Orgullo Gay. Además, siempre está más sólo que Bush en una reunión de Greenpeace y el resto de los huéspedes empieza a mosquearse.
Se producen robos en el pueblo y nadie ve al ladrón. Como esto se escribió en 1897, no podía ser la CIA, así que en el pueblo se mosquean y el tipo raro se ve obligado a huir. El tipo raro, por si no está claro ya, es invisible.
Un vagabundo le ayuda a recuperar las cosas, pero luego le denuncia a la policía, así que el señor invisible se mosquea e intenta matarlo, por acusica. Al final, acaba con un balazo encima, por tonto. El que es invisible, no el vagabundo.
El hombre invisible huye y acaba en la casa de un médico que conoce de la muchachada de la Facultad. Le cuenta que consiguió hacerse invisible porque era pobre y necesitaba hacer algún descubrimiento importante. Lo que nos hace ver lo cabezón que debía ser el tío. Que podía haber dicho: "soy pobre, necesito hacreme rico" y ya. Pero decidió hacerse invisible, que tiene más glamour.
Al final los dos colegas se mosquean por el típico: "tíotúestáslocotedenuncio", "jocómoeres", "puesahoratemato" y así. Al final del libro se dan de mecos hasta que llega un tío y le arrea un palazo al aire contra el que parecía pelear el de los dos que no era invisible. Lo normal es que éste se hubiera comido los piños, pero hubo suerte y el que recibe es el invisible. El campesino era vasco. No se dice en el libro pero lo era, porque se carga al protagonista de la novela del golpe. Y se hace visible. El protagonista, no el vasco.

Hale, de nada.

Quedan dos días...
(algo menos, que me atrasa el reloj)...
Más que un aniversario, un comienzo...

5 comentarios:

neblina dijo...

Que bonito gesto!!!

vale no tengo mucho que decir pero es que... esto ya me parece muy fuerte: 8!

x r g l u g g w!

Norma Zanón dijo...

No sé si algún chaval mexicano picará, pero seguro que a no mucho tardar algún proferor de literatura de algún instituto de España va a sufrir un ataque de risa (o ataque a secas) :-)

Anónimo dijo...

Gracias por avisar de que tenía spoiler... xD

Anónimo dijo...

Pues en la adaptación cinematográfica que vi yo, el prota se chuscaba a unas titis...

Anónimo dijo...

Por cierto, amago: dícese del mago que te engaña haciendo un requiebro para tirarte un maleficio.