Cinefilias

Parece que nadie quiere salir de casa. Será por el frío, será que todos mis amigos tienen tremenda conciencia política. Porque me he dedicado a llamar a todos y me contestaban: "er... no, tío es que... (ssssh, callaos, que os va a oír)... er... es la jornada de reflexión y ya sabes, estam... ¡estoy! er... eso... hum... reflexionando. Sí".

Como yo sé que hacer reflexiones es muy cansado (el doble de duro que hacer flexiones normales), no he insistido. Así que he propuesto a Zoquete que nos hagamos un maratón de cine en casa. En seguida ha dicho que vale, pero sólo si es cine gore. Pero del que no tiene nada que ver con el cambio climático, ¿eh?

Acepté, y Zoquete puso el DVD. Antes de darle al play me advirtió que él ve cosas muy hardcore, que si me veía sin estómago que le avisara (porque esta semana le toca limpiar a él, no se crean). Total que puso la peli y...

efectivamente: demasiado fuerte para mí.