Terminators Naranjas
Yo no sé qué pasa en marzo-abril, pero últimamente no paro de ir a celebraciones cumpleañeras. La gente empieza a cumplir años y, dada mi falta de personalidad, acabo por dejarme arrastrar por esa dinámica. Me doy cuenta de que me hago mayor porque cada vez más las conversaciones a mi alrededor a giran en torno a hipotecas y a frases como "vamos a tener un niño". Antes cuando mis amigos decían eso, lo hacían llorando o comprando un billete para Australia, según el género del amigo en cuestión. Ahora te lo dicen con cara de bobos felices, los muy inconscientes.
Para mí este tipo de conversaciones son una especie de vistazo al típico futuro apocalíptico lleno de típicos ciborgs de la hostia con brazos como croissants. Cuando me hablan de que Frank(enstein) y su novia (que también es de la pandilla) ya comparten hipoteca me siento como un John Connor cualquiera:
- Anómalo, me han enviado del futuro para contactar contigo.
- ¡Hotia! ¡Maragall! -si en América los ciborgs se parecen al gobernador de California, aquí tendrá que ser mínimo un President- ¿Qué dices? ¿No me digas que voy a ser líder de la resistencia?
- No, pero vas a tener un peaso hipoteca naranja que ríete tú de lo que se van a gastar los colegas en la OPA.
Si vendo el argumento, Terminator 4 volverá a dar miedo.
4 comentarios:
Me sucede lo mismo q a ti: mis amigos están empeñados en envejecerme...q si una se casa, q si otros son padres...pero lo de la hipoteca!! creo q en eso estamos todos (y quien no lo esté, poco le queda).
Qué gozada cuando el año que viene escriba mi blog desde mi casita!!
Los Ciborgs ya se pasean por la calle, no te creas, lo que pasa es q jugamos al escondite con ellos. El día menos pensado, nos los topamos de frente!
(Por eso me entreno en el gimnasio, porque pienso luchar contra ellos sin piedad...esto me recuerda al complejo de Peter Pan, espero no estar pasando por ello)
un compañero de trabajo me preguntó hace un rato: "y tú no piensas en pisos?". yo, como todavía no me conocen mucho, no le mandé a la mierda ni le grité nada (aparte de compañero es tb jefe), pero por mi mente pasó lo de "si sólo tengo 23 años...". pero sí, nos hacemos mayores...
Sereia, entre el gimnasio y tus poderes hipotequiles empiezas a dame miedo.
Edu, ¿cómo que "sólo"? ¡¡YA!! XD
Jajajajaj! Una amiga me mandó el siguiente mensaje de felicitación de 2006 "Feliz hipoteca y prósperos intereses nuevos". La verdad es que aquí, en Baleares, el alquiler es tan caro que la hipoteca se convierte en una inversión casi forzosa.
Por otra parte, tener hipoteca no es nada, es sólo algo más latoso de lo que deshacerse en caso de separación. No sueño con un bebé ni loca (de hecho tengo auténticas nauseas de mirar a mi alrededor y dar la enhorabuena por los embarazos a gente de mi edad. Miento como una bellaca). Joder, eso si es para toda la vida. No hay nada que me resulte más patético que una madre que sólo sabe hablar de su hijo, desde el primer pedo hasta cuando mudó los dientes de leche. No sé si sus vidas eran antes tan vacías que el hijo las llenó por completo, o sufrieron una amnesia maternofuncional y olvidaron que una vez fueron cabezas pensantes autónomas.
Igual yo también soy un poco Petri Pan, Sereia. Ufff!! no quiero lastres, que todavía no sé cuánto tengo que andar ni cuanto debe pesarme la mochila para llegar bien.
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