martes, mayo 22, 2007
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En un ascensor puede verse el siguiente cartel:
- Vaya, nos hemos quedado atrapados, Jim.
- Así es, Joe.
- Bien, pulsaré el botón. Veamos: uno, dos...
- ¿Qué haces, Joe?
- ... tressstoy pulsando el botón de... ¡no! ¡Mierda! ¿Cuánto llevaba? ¿Cuánto llevaaaaaaaaaa...?
Moraleja: Pues no, no hay.
2 comentarios:
Ay, ay, ay... después de los aviones, has ido a dar con "el otro enigma", los ascensores.
En cierta ocasión me quedé encerrada en el ascensor con César y, tras dar a la alarma (sí, fueron más de 4 segundos) y gritarle a los vecinos, vino el portero, nos sacó, y lo único que preguntó fue ¿habéis saltado?
Esos puñeteros botoncitos que resultan un imán y que te dan ganas de tocarlos a todas horas. Luego, con los nervios, se te olvida el procedimiento.
Mi claustrofobia y yo nos quedamos encerradas en el ascensor de casa y pulsamos todos los botones menos ese. El trasto funcionó. Creó que lo activó mi ataque de histeria.
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